jueves, 26 de enero de 2012

La ley ACTA, o cómo recortar libertades mientras nos entretienen con la SOPA boba.

Ahora mismo es común hablar de la malograda (de momento) ley Sinde, de la ley SOPA, de la ley PIPA y del nuevo proyecto de ley, OPEN, que no deja de ser prácticamente lo mismo que SOPA, una ley que no tiene en cuenta el poder judicial y puede cerrar páginas sin permiso de un juez (separación de los 3 poderes, algo inédito en la democracia).
Curiosamente, nadie se está haciendo eco de la ley ACTA. Mientras que por la red vemos protestas multitudinarias contra SOPA (no contra OPEN, la nueva ley, porque mucha gente no sabe qué existe, ya que la prensa se guarda bien de informar), nadie parece estar haciendo caso a ACTA, un peligro muy real, ya que lleva allanando el camino años, escondida, agazapada entre las piernas de sus progenitores europeos y lista para acabar con la libertad en expresión.
No hablo de piratería. La piratería, como tal, no es positiva (aunque podemos entrar en un debate sobre los infladísimos precios de libros y discos en soportes digitales, que apenas conllevan gastos...), y no deja de ser ilegal, aunque pueda ser comprensible (yo tengo claro que no voy a dejar de consumir cultura por su exorbitado precio, y que si compro, el creador no se ve beneficiado porque no le llega nada).
Hablo de algo mucho más grave, un recorte de libertades. Y el verdadero objetivo, el control de la red.

En internet todos podemos opinar. Todos podemos aprender. Basta con saber buscar y aprender a pensar, a discernir lo útil de lo inútil, a separar la verdad de lo engañoso. Y eso no conviene.
La opinión ha de controlarse. Los medios sirven a un poder superior, al Gran Hermano. Ellos transmiten La Palabra del Señor, el poder.
En cambio, aquí yo puedo vertir mi opinión, buscar otras opiniones, y decidir por mí mismo. Es pronto, porque la gente aún no quiere pensar, no buscan la luz y prefieren resguardarse en la caverna de la ignorancia, que tan bien definió Platón. Sin embargo, ellos han visto el peligro.

Paso ahora de hablaros de los puntos más peligrosos de la ley ACTA, equivalente internacional a la ley SOPA, y que nadie está tratando de frenar...

Hay sanciones económicas y penales BRUTALES, por encima de la agresión, y equiparables al asesinato, incluso para casos de piratería sin ánimo de lucro.
Un comité creado al uso que decidiría en los casos, que no tendría nada que ver con el poder judicial, pero podría cerrar páginas sin derecho a réplica y sin estudio judicial.
Que sería internacional, aunque algunos países son reticentes. Esto quiere decir que el comité podría actuar impunemente en España, Brasil o cualquier país que se adhiera, y vigilar TODOS tus movimentos en la red. De hecho, la intimidad y la privacidad pasarían a estar por debajo en la escala de derechos.

¿Por qué está tardando tranto esta ley? Porque es ilegal, ni más ni menos. Se ha tenido que readaptar no menos de 10 veces porque incumplía las leyes internacionales de los derechos humanos (si, hijos míos, si), la ley de USA y la de varios países europeos, violando los derechos básicos de los ciudadanos.
De hecho, se ha reconocido públicamente que esta ley viola las leyes de la UE, pero aún así, la comisión europea ha dicho que continuará con su aprobación.

Ah! Me dejo el punto más interesante. Esta ley se contempla solo como una medida "extrajudicial", pero dotando al comité de plenos derechos ejecutivos y judiciales.
Además, se le permitirá lo que sea necesario para poder descubrir contenidos inadecuados; esto es, vigilar servicios de mensajería privada, instantánea, correos, foros, blogs... Sin que el autor de los mensajes privados sea jamás informado de que está siendo investigado.

En fin... que dios nos coja confesados. Pero seamos un poco optimistas. Que dios les coja confesados a ellos ;)

viernes, 20 de enero de 2012

Revolución: Me llamo Juan, y mi apellido es nadie.




Hola a todos. Procuraré ser educado y presentarme; Mi nombre es Juan Nadie. No existo, no soy. Sin embargo, siento, sufro, vivo inmerso en la pasión, en el ansia de conocimiento. Soy una conciencia universal, el motor que mueve el mundo. Soy la libertad de ser quien tú quieras ser.
A lo largo de mis muchos siglos de experiencia, he sido atacado una y otra vez por gobiernos, caciques, reyes, instituciones religiosas...
Recientemente, tras siglos de lucha por la libertad, esos ataques se han recrudecido. La libertad se tambalea y, sin que apenas nos percatemos, volvemos a la nada, al desconocimiento.
Escudados en la defensa de la propiedad intelectual (violada una y otra vez por las compañías que abusan de los artistas y se quedan con todos los beneficios), los gobernantes, maniquíes de los Lobbies, grandes multinacionales, y la banca mundial, han decidido dar un golpe definitivo.
Internet no es perfecta. Todos lo sabemos. Es un gran organismo vivo, lleno de desinformación, con múltiples criminales. Pero también representa la libertad de pensamiento.

Los medios manipulan. Ninguna opinión puede aparecer en ellos sin pasar por el llamado "filtro de información", que no es más que un bonito eufemismo para la palabra CENSURA. Hacen parecer verdad la mentira, convierten a los que luchan por nuestros derechos en terroristas o en locos... y, hasta ahora, nosotros les creíamos.
Quien no creyese, debía vivir en una profunda soledad, sabiendo que su voz sería acallada antes de alzarse, que nada podía cambiar porque no disponía de medios de lucha. Sería estigmatizado por la sociedad, pero lo que es peor, ese estigma no podría ser llevado con orgullo; su voz moriría engullida en el eco de las mentiras.

Ahora, con internet, tú distigues cuál es la realidad. Cualquier voz anónima puede convertirse en una realidad, cualquier persona puede luchar por cambiar las cosas. Basta con que expreses tu opinión y busques la verdad. Muchas veces, estarás equivocado, pero eso no importa. Llevamos siglos equivocándonos y aprendiendo de los errores y nos hemos acercado algo más a la verdad, conviertiendo en tangibles palabras como libertad, derechos humanos o igualdad.
Ahora, una verdad puede hacerse un sitio y la manipulación tiene límites. Por eso, hemos de luchar, mientras quede aliento. Hemos de defender lo que es nuestro; la libertad de pensamiento, y la tolerancia hacia los demás, sin caer en el maniqueísmo o la demagogia del "todo vale".
Levantémonos y peleemos. Simplemente, expresando nuestra opinión. Luchando, peleando, siendo como somos y no dejando que construyan una versión "mejorada" de nosotros mismos, más adaptable a la sociedad.
Tú eres tu peor enemigo, pero también tu mejor aliado. No dejes que te convenzan de que estás solo, no permitas que te hagan creer que no importas. No cambies porque has de adaptarte, cambia porque quieres ser mejor para ti mismo, feliz. No aceptes el conocimiento, examínalo.
No creas mis palabras, busca la verdad en ellas, aunque la verdad sea el opuesto de aquello que digo.
No sigas a otros, adapta sus ideales y sus pensamientos, compártelos, pero hazlos tuyos.
No tengas miedo.
Nos llamamos mente, y somos una.
Nos llamamos libertad, y somos todo.
No podrán detenernos, nuestra lucha es nuestra esencia.
No perdonamos.
No olvidamos.
Y somos eternos

miércoles, 18 de enero de 2012

Libertad

Paseo por la calle y escucho las conversaciones ajenas. Todos los rostros parecen mostrar la misma expresión, las voces de su cabeza son filtradas a través de la gran red, la tela de araña tejida por los moradores del Olimpo.
Envidia. Consume. Sé feliz el 100% del tiempo. Trabaja. Basa tu vida en los conceptos tradicionales. No te diviertas más de la cuenta. No sientas.
"¿Viste ese lapiz de labios? El mío me gusta, pero no sé... ahora se lleva más este", le dice una chica a otra. Parece preocupada, incluso arrugas de concentración surcan su frente.
Incluso en algo tan nimio como eso, parece que han conseguido controlarnos.
No tengo nada en contra del consumo. Soy un ferviente consumista, siempre que se trate de aquello que me guste (me da igual si es ropa, discos, o comida, los bienes materiales nos hacen sentir cómodos, nos proporcionan pequeños placeres que hemos de abrazar).
Pero me molesta profundamente vivir en una sociedad en la que parece que nuestros pequeños placeres son impuestos. Somos meros productos. Receptores publicitarios, vasijas vacías que llenar con un contenido innecesario.
Si te apetece comprarte un pintalabios, adelante. No tiene nada de malo, no seamos demagogo. Es bueno gustarse a uno mismo. Pero no cambies porque la televisión te dice que el otro es mejor o más "cool".
Si me apetece comprarme un sombrero, lo haré. No lo haré porque esté de moda; no lo haré porque ya no esté de moda y quiero sentirme retro y especial. Lo haré porque me sale de las narices y porque me apetece.

Nos han robado la libertad, nos han cercenado. Somos espectros del neoliberalismo.
¡Vota! Da igual que nadie represente tus ideales, tienes que votar. Si no, no serás buen ciudadano. Si no crees en el sistema, no tienes derecho a quejarte. No tienes libertad, no deberías existir.
Ve a la moda. Si no, serás ridículo. Te considerarán un paria, un loco.
Manifiéstate, pero solo cuando te lo digan en la tele. Defiende tus derechos más absurdos: el derecho al botellón, o el derecho a tener un equipo de fútbol en primera división. Mientras, aniquilarán otros derechos más importantes, como el de reunión, la libertad de expresión...
No pienses, y NUNCA hables de política. Eres una oveja, ¿no lo comprendes? Si hablas de política, discutirás, porque eres profundamente imbécil, y no eres capaz de hablar sin ladrar, como un perro. Ellos pueden hablar, decidir tu destino, pero tú no. Tú tienes que ser un maniquí y decir que "no te interesa la política".
Habla de fútbol, del tiempo... constantemente. No pienses demasiado. Si alguien te dice algo profundo o interesante, cambia de conversación, considerále un loco, o habla de otra cosa. Critica a una tercera persona que no conoces, siempre es una gran opción.

Procura ser lo más indolente posible, deja que ellos piensen por ti, que la televisión dicte cómo has de vestir, quienes serán tus amigos, quién está loco y quién cuerdo. Oculta tus verdaderos sentimientos, no sientas nada por nadie, vive aterrado por el miedo y permítete sentir sólo cuando esa persona sea socialmente deseable.
Admira solo a personas famosas. Los que están a tu lado no pueden ser especiales, porque la gente especial sólo existe si la conoce todo el mundo. Si alguien a quién conoces provoca en ti un sentimiento cercano a la admiración, expúlsalo de tu vida, o táchalo de loco; es mucho más fácil así.
No te cuestiones las órdenes. Eres un soldado, una minúscula gota en el vasto ejército del consumo. Si te dicen que el último Audi es mejor que tu coche, cómpratelo, aunque tu coche te encante. Si te dicen que tu novia no es apta socialmente, cámbiala por otra. Cree a pies juntillas que las cosas no se pueden cambiar porque son como son, que tú no cuentas.
Puedes ir de alternativo, es otra tribu aceptada. Usa una estética parecida a los otros alternativos, con pantalones anchos, pana, y aspecto pretenciosamente intelectual. Habla mucho de arte, pero cuídate de que tus opiniones sean siempre originales y vayan contra toda corriente, así no te tomarán demasiado en serio, y tendrás tu confortable sofá en el mundo.
Ataca a los que son diferentes, desconfía de ellos y piensa que, si son diferentes, es porque son raros o tienen algún problema. No seas su amigo, no te emparejes jamás con uno de ellos, no pertenezcas a su mundo. Tú sabes qué necesitas: una posición social, un grupo de pertenencia.
Los lobos solitarios, aquellos que no nadan a favor de corriente, pero que tampoco portan estandartes contra todo lo establecido, son malos para tu vida.
Loco. Loco. Loco. Repite esa palabra si algo te hace realmente diferente. Si ríes cuando quieres, si no te importa llorar, si te sientes libre. Si no tienes un problema a la hora de acudir a alguien, de no acudir, de amar, de odiar. Si consumes cuando quieres, sin sentirte culpable por ello. Si crees que cuentas para algo. Si no te sientes un soldado de un ejército, sino un mercenario ocasional.
Llámales locos, huye de ellos. Tu libertad es una carga. Entrégala ahora, o caerás en el pozo de los olvidados.
Pero, sobre todo, no pienses y recuerda; el conocimiento te hace único, y eso hará que estés solo. Siempre es mejor ser un pelele en manos de las decisiones de los demás.

Belial Báez.